Investigadores de Leipzig (Alemania) prueban en ovejas, un nuevo método con células madre para reducir posibles daños luego de un ictus cerebral.
Tras un ictus o ACV (accidente cerebrovascular o infarto cerebral) la celeridad es clave para reducir los posibles daños, a saber: trastornos del lenguaje, pérdida de visión, parálisis,etc.
En Alemania, más de 250.000 personas sufren un ACV por año, de las cuales, más de 60.000 no sobreviven.
En un ACV, la rapidez es fundamental, ya que sólo si se logra disolver el coágulo de sangre o revertir la hemorragia en el cerebro en pocas horas, se podrán evitar daños permanentes.
El Instituto Fraunhofer de Terapia Celular e Inmunología intenta reducir estos daños y ampliar la brecha de tiempo que se dispone para realizar un tratamiento efectivo. De momento, el procedimiento se ha probado en ovejas.
El Instituto Fraunhofer de Terapia Celular e Inmunología intenta reducir estos daños y ampliar la brecha de tiempo que se dispone para realizar un tratamiento efectivo. De momento, el procedimiento se ha probado en ovejas.
Pruebas en ovejas
Johannes Boltze es médico y dirige el departamento de neuroregeneración en el Instituto Fraunhofer de Leipzig. Su equipo de científicos ha tomado células madre de la médula ósea de los bovinos. Células que aún pueden desarrollarse en distintos tipos de tejidos. Esta es la base de la nueva terapia.
Para realizar las investigaciones pertinentes, los especialistas provocaron derrames cerebrales a algunas ovejas: "Se les induce un ataque con un procedimiento que desarrollamos nosotros mismos, con un impacto relativamente ligero en los animales...Luego de un tiempo, e incluso con un ojo entrenado, es difícil notarles daños. Inducimos el ataque de forma tan dosificada que la oveja apenas se ve limitada en su vida diaria", comenta Boltze.
Para realizar las investigaciones pertinentes, los especialistas provocaron derrames cerebrales a algunas ovejas: "Se les induce un ataque con un procedimiento que desarrollamos nosotros mismos, con un impacto relativamente ligero en los animales...Luego de un tiempo, e incluso con un ojo entrenado, es difícil notarles daños. Inducimos el ataque de forma tan dosificada que la oveja apenas se ve limitada en su vida diaria", comenta Boltze.
No obstante, las consecuencias del ACV inducido se pueden reconocer con determinados exámenes. Los facultativos examinan a las ovejas con tomografías de resonancia magnética y determinadas pruebas de conducta. Como en las personas, su coordinación motora se ve afectada por el ataque cerebral.
Para hacer pruebas, los médicos, mueven una de las patas delanteras de los animales hacia un costado. Como "la oveja necesita corregir esa posición para ganar estabilidad sobre sus cuatro patas, podemos medir así si el movimiento ocurre con retraso o ni siquiera ocurre. En tal caso, se trata de una reacción patológica que puede relacionarse con el accidente cerebral", explica el doctor Boltze.
El siguente paso: células humanas
Los especialistas inyectan en las ovejas células madres que han sido extraídas de ellas mismas. El próximo paso será transferirles células humanas.
Alexandra Stolzing, trabaja en ello: extrayendo células madres de piel humana. El problema es que las células de la piel no son vírgenes. Para convertirse en células madres deben "olvidar" su desarrollo anterior y volver a comenzar de cero. Es el único camino para que puedan desarrollarse como células de otro tipo. Por ejemplo, como células nerviosas.
La investigación está recién en sus comienzos, pero los resultados son ya fascinantes; y no sólo para el tratamiento de ACV. "Yo provengo de la gerontología o investigación del envejecimiento, así que para mí es fascinante ver cómo se puede devolver a una célula a un estado que podríamos denominar como ‘joven'", comenta Stolzing .
"Eso es lo que estamos observando en el Instituto Fraunhofer de Leipzig: ¿Qué pasa con los daños celulares? ¿Se eliminan? ¿Se repelen? ¿Se devuelve también al genoma a un estado anterior? ¿Se activan funciones regeneradoras que la célula ha perdido con la edad?", dice la especialista.
Mejor prevenir que curar
Luego de un ACV, el efecto exacto que producen las células madres en el cuerpo humano es todavía desconocido. Lo que sí está claro es que estas células no llegan directamente el cerebro para producir allí nuevas células nerviosas y sustituir el tejido dañado. Un proceso como ese duraría al menos cuatro semanas.
Pero el efecto positivo de la inyección de células madres se hace presente en las ovejas tras solo una semana, asegura Johannes Boltze: "Lo que hacen las células es evitar determinados daños secundarios, modular procesos inflamatorios y minimizar la muerte celular, de modo que el resultado final es mejor que cuando no se aplica la terapia".
La terapia con células madres sería un paso importante en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares. Fundamental seguirá siendo que el paciente llegue cuanto antes a una clínica especializada para frenar la hemorragia o disolver el coágulo. A posteriori, las células madres pueden ayudar a reducir los daños. Pero el tiempo para iniciar una terapia de este tipo es apenas de tres días tras sufrir un ictus. Luego, los trastornos suelen ser irreversibles.
En los próximos años, los especialistas de Leipzig comenzarán las primeras pruebas clínicas con humanos. Pero,aunque todo salga bien, la terapia con células madres no estará disponible en menos de diez años. Y el mejor camino seguirá siendo la prevención, insiste el doctor Johannes Boltz: "Lo mejor no son las células madres, ni los nuevos medicamentos, lo mejor es llevar una vida sana, no fumar, no ingerir demasiado alcohol y moverse mucho. Eso ayuda más que cualquier célula madre".
Terapia con células madre para ACV-Tratar ictus con células madre
Mejor prevenir que curar
Luego de un ACV, el efecto exacto que producen las células madres en el cuerpo humano es todavía desconocido. Lo que sí está claro es que estas células no llegan directamente el cerebro para producir allí nuevas células nerviosas y sustituir el tejido dañado. Un proceso como ese duraría al menos cuatro semanas.
Pero el efecto positivo de la inyección de células madres se hace presente en las ovejas tras solo una semana, asegura Johannes Boltze: "Lo que hacen las células es evitar determinados daños secundarios, modular procesos inflamatorios y minimizar la muerte celular, de modo que el resultado final es mejor que cuando no se aplica la terapia".
La terapia con células madres sería un paso importante en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares. Fundamental seguirá siendo que el paciente llegue cuanto antes a una clínica especializada para frenar la hemorragia o disolver el coágulo. A posteriori, las células madres pueden ayudar a reducir los daños. Pero el tiempo para iniciar una terapia de este tipo es apenas de tres días tras sufrir un ictus. Luego, los trastornos suelen ser irreversibles.
En los próximos años, los especialistas de Leipzig comenzarán las primeras pruebas clínicas con humanos. Pero,aunque todo salga bien, la terapia con células madres no estará disponible en menos de diez años. Y el mejor camino seguirá siendo la prevención, insiste el doctor Johannes Boltz: "Lo mejor no son las células madres, ni los nuevos medicamentos, lo mejor es llevar una vida sana, no fumar, no ingerir demasiado alcohol y moverse mucho. Eso ayuda más que cualquier célula madre".
Terapia con células madre para ACV-Tratar ictus con células madre