En 1972 un grupo de conservacionistas con visión de futuro de San Diego (Estados Unidos) empezó a congelar muestras de piel de especies en peligro de extinción. Lo hicieron con la esperanza de que la ciencia encontrase finalmente una manera de usar las células para ayudar a revivir a estas poblaciones tan frágiles.
Jeanne Loring y sus colaboradores en el Instituto de Investigación Scripps (EE.UU.) han dado un paso adelante para hacer realidad aquella esperanza al crear células madre a partir de células de piel congeladas de dos de dichas especies: el dril de pelo plateado (un primate parecido al mandril) y el rinoceronte blanco del norte.
A corto plazo, los investigadores pretenden crear un zoo helado de células madre para que los científicos puedan estudiar los genomas de las especies y quizá crear terapias con células madre para los animales. Por ejemplo, para los monos dril que viven en cautividad, que suelen sufrir diabetes, un campo de investigación muy activo en la investigación con células madre humanas.
A largo plazo los investigadores esperan poder usar las células para crear esperma y óvulos, que se incorporarían a programas de cría con la finalidad de aumentar la diversidad genética de poblaciones extremadamente reducidas, como el rinoceronte blanco, que está al borde de la extinción (actualmente solo quedan siete animales vivos y hace años que no crían).
“Es increíble la visión de futuro que tuvieron al crear este programa en los años 70”, comenta Loring, directora del Centro de medicina Regenerativa en el Instituto Scripps, (EE.UU.). En aquel momento aún “no se había publicado ningún genoma, y la idea de que esto llegar a suceder era ciencia ficción. El objetivo de su equipo es generar células madre para al menos otras 10 especies, como los leopardos de las nieves y algunos tipos de elefantes. El “Zoo helado” de San Diego (EE.UU.) alberga muestras de tejidos de más de 800 especies.
Para crear las células madre, Inbar Friedrich Ben, investigador posdoctoral en el laboratorio de Loring, usó una técnica desarrollada en 2007 denominada reprogramación de células madre pluripotentes inducidas (iPS en sus siglas en inglés). Unos cuantos genes normalmente activos en el embrión en desarrollo se expresan en una célula diferenciada, como una célula de piel, haciendo que ésta vuelva a su estado sin diferenciar.
Ante su sorpresa, los genes humanos que normalmente se emplean para reprogramar células humanas, podían reprogramar también células de piel tanto del mono como del rinoceronte, aunque con mucha menos eficacia. Aún así, las células reprogramadas mostraban las características definitorias de las células madre pluripotentes inducidas, ya que podían tanto diferenciarse en varios tipos de células como regenerarse para crear más células. El estudio se publicó la semana pasada en la revista Nature Methods.
“Este método abre el camino para salvar especies en peligro de extinción como los pandas gigantes, los guepardos, los tigres, los gorilas de África oriental e incluso especies extintas como el bucardo o cabra montesa pirenaica”, afirma Robert Lanza, director científico en Advanced Cell Technology. “Abrirá una vía a nuevas estrategias que ayuden a mantener la biodiversidad y respondan al reto de la extinción de especies a gran escala en el futuro”. Lanza no tiene relación con este estudio.
Para animales como el rinoceronte blanco, cada muerte supone una grave pérdida de diversidad genética, lo que a su vez debilita a la población. Al crear células madre de animales ya fallecidos, “sus genes podrían reintroducirse para mantener la diversidad genética de la especie”, explica Lanza. “Podríamos lograr la resurrección del bucardo empleando esta tecnología si la combinamos con un programa de cría de cabras normales”.
Probablemente aún quede mucho camino para poder crear un nuevo animal a partir de una célula madre. Los investigadores tendrían que crear antes esperma u óvulos a través de las células madre y usar combinarlos con el esperma u óvulos de un animal vivo para generar un embrión. Los científicos que estudian la fertilidad se esfuerzan por encontrar formas de desarrollar esperma y óvulos partiendo de células madre para poder tratar la infertilidad humana y Loring espera que dichas tecnologías se puedan aplicar a estos animales.
Antes de que se desarrollara la técnica de reprogramación de las células pluripotentes inducidas, el grupo de Lanza usó la clonación -el método usado para crear a la oveja Dolly- para intentar reproducir dos especies de bovinos salvajes, el gaur y el banteng, que está en grave peligro de extinción. Pero la clonación no funciona bien para la conservación de especies puesto que es un proceso con muchos retos técnicos que a menudo dan lugar a animales enfermos o deformados.
Lanza sostiene que otra forma de usar células madre para reproducir especies en peligro de extinción sería inyectar las células de otra más común relacionada con ellas al embrión. Después se emplearían varias técnicas experimentales que obligasen a las células derivadas del animal en peligro de extinción a convertirse en un feto. De momento, su equipo ha demostrado que este método funciona para los ratones.
Fuente: technologyreview.es