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Células madre embrionarias, un horizonte alentador

20:50
Una célula madre es una célula maestra, capaz de crear los componentes principales de la sangre humana de la médula ósea y del sistema inmunológico del cuerpo ya que los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas se derivan de las células madre.

Las células madre están dotadas tanto de la capacidad de autorrenovación, es decir de producir más células madre y al mismo tiempo, de originar células hijas que se convertirán finalmente por diferenciación, en los diferentes tipos celulares especializados y estas se encuentran en la médula ósea y en la sangre del cordón umbilical.

La médula ósea es indispensable para la producción de las células de la sangre que el organismo va a necesitar durante toda la vida, pero algunas veces produce demasiados glóbulos blancos ocasionando leucemia, muy pocos glóbulos rojos, lo que ocasiona anemia o células que no cumplen su función adecuadamente.

Por tanto si la médula ósea se destruye, ya sea por una enfermedad maligna, no maligna o de tipo genético, es necesario realizar un trasplante de células madre para que puedan volver a poblar la médula ósea, resurtiendo al cuerpo de células sanas.

El trasplante de células placentarias o progenitoras, es uno de los últimos descubrimientos para el tratamiento de padecimientos hematológicos y hasta hace poco, tanto la placenta, como la sangre contenida dentro de ella eran consideradas material de desecho a pesar de que cumplen con un importantísimo papel en el correcto desarrollo del bebé.

Sin embargo, en la década de los 80, se descubrió que la sangre de la placenta posee cualidades diferentes a las de la sangre adulta e incluso diferentes a las de las sangre de un recién nacido varios días después del parto, porque tiene una concentración elevada de células madre hemopoyéticas, o sea generadoras de las células que conforman la sangre y que tienen gran capacidad proliferativa y casi no existen células responsables de la respuesta inmune: Esto puede ser debido a la tolerancia entre el bebé y la madre y la falta de contactos previos con antígenos o sea con substancias, elementos o microorganismos que provocan la formación de anticuerpos externos. Estas características hacen ver que la sangre del cordón umbilical es una fuente potencialmente útil para realizar trasplantes y producir células sanas.

Sin embargo los avances en el estudio de las células madre, siguen avanzando y se han encontrado datos interesantes, durante casi dos décadas, el mundo médico y el público estadounidense han intentado resolver el controvertido tema de las células madre, especialmente la discusión respecto a embriones humanos.

Hace cuatro años, cuando los científicos “reprogramaron” con éxito células corporales adultas para convertirlas en células madre, algunos pensaron que el debate ético prácticamente había acabado. Esas células redirigidas, conocidas como células pluripotentes inducidas (o células iPS), encierran posibilidades terapéuticas.

“Con esto inicia el siguiente capítulo en el afán por entender los pilares de la medicina regenerativa”, comenta el Dr. Andre Terzic, director del Centro para Medicina Regenerativa de Clínica Mayo y Profesor en “Familia Marriott” en investigación cardiovascular. “Esto, en realidad, es desenredar otro misterio más en el proceso”, añade.

Las células madre conforman los pilares de la medicina regenerativa y las células madre pluripotentes inducidas constituyen una vía esperanzadora para la investigación por muchas razones.

Las células madre embrionarias, producto de la fertilización in vitro, tienen un potencial terapéutico similar, pero entrañan batallas éticas y legales. Por otro lado, las células madre adultas presentes en la médula ósea y sangre tienen sólo limitada capacidad para ciertos tipos de tejido y, por su parte, las células madre perinatales que se obtienen de la sangre del cordón umbilical si bien ofrecen mayor potencial, éste es igualmente limitado.

Por ello, los científicos de todo el mundo se enfocan en las células madre pluripotentes inducidas como terapia regenerativa para varios tipos de cáncer y órganos dañados por enfermedades.

Esta nueva rama de la medicina puede algún día ayudar en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, como mieloma múltiple, linfoma, leucemia y trastornos autoinmunes, e incluso terminar por hacer posible el desarrollo de nuevo tejido cardíaco para un corazón dañado por un ataque cardíaco, células cerebrales para reemplazar aquellas dañadas por un accidente cerebrovascular o células del islote pancreático perdidas debido a diabetes, para sólo mencionar algunas, añade el Dr. Terzic.

Si bien los científicos saben que las células madre pluripotentes inducidas son capaces de regenerar, no entienden completamente por qué. Los descubrimientos del Dr. Folmes reafirman esos fundamentos científicos básicos y al mismo tiempo capacitan mejor a los investigadores para cultivar células madre pluripotentes inducidas en el laboratorio.

El Dr. Folmes utilizó espectroscopia por resonancia magnética nuclear para esclarecer el desarrollo de las células madre pluripotentes inducidas. El equipo de investigación descubrió que la reprogramación nuclear hace que la función metabólica básica de la célula (bioenergética) reniegue del azúcar (metabolismo oxidativo somático) y, en su lugar, se incline hacia los anaeróbicos (flujo glucolítico).

Todos los miembros del equipo de investigación pertenecen a Mayo Clinic y son los doctores Timothy Nelson, Almudena Martínez-Fernández, Kent Arrell, Jelena Lindor, Petras Dzeja, Yasuhiro Ikeda, y Carmen Pérez-Terzic.

Fuente: cronica.com.mx
 
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