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Más de 2.500 ensayos registrados en todo el mundo muestran el potencial de las terapias avanzadas

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El empleo de las terapias avanzadas en el ámbito hospitalario está en una avanzada fase experimental en diversas patologías, tal como reflejan los datos de ensayos clínicos que recoge la página de clinicaltrials, donde se registran la mayoría de los estudios clínicos reglados que se desarrollan en todo el mundo. Así se ha puesto de manifiesto en la jornada “La Farmacia hospitalaria ante las nuevas terapias avanzadas” inaugurada esta mañana en el Hospital Universitario La Paz por Patricia Flores, viceconsejera de Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid.

Más de 2.500 ensayos registrados, en diversas fases de desarrollo, muestran el potencial de estas terapias y, a fecha de hoy, existen en todo el mundo casi 3.400 ensayos de terapia experimental con células madre, la mayor parte de ellos empleando células madres adultas. En España, los proyectos de terapias avanzadas coparon el pasado año una parte importante del presupuesto en investigación médica del Ministerio de Sanidad.

Recientemente ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) el primer fármaco para la regeneración del cartílago de rodilla y la Comisión Europea ha declarado el vector lentiviral que contiene el gen de la anemia de Fanconi como un nuevo medicamento huérfano para el tratamiento de pacientes con anemia de Fanconi de tipo A.

Las terapias avanzadas son medicamentos de uso humano basados en genes (terapia génica), células (terapia celular) o tejidos (ingeniería tisular) e incluyen productos de uso autólogo, alogénico o xenogénico. Son considerados medicamentos altamente innovadores y revisten una gran importancia por su alto potencial para tratar enfermedades que hasta el momento carecen de tratamientos eficaces como el cáncer, las enfermedades degenerativas del cartílago o los huesos, los trastornos genéticos, la reparación de los daños postinfarto, los injertos de piel así como problemas inflamatorios e inmunitarios.

Repercusiones clínicas

Las terapias avanzadas, dentro de las cuales se incluyen la terapia celular, la génica, la nanotecnología y la ingeniería de tejidos, empiezan ya a tener repercusiones clínicas. A pesar de que las investigaciones en este campo aún están en fase incipiente, muchos grupos españoles cuentan ya con experiencias positivas que vislumbran nuevas oportunidades para los pacientes e importantes retos para los profesionales de salud. Una de las especialidades que más va a asumir la responsabilidad de afrontar estos cambios y de llevarlos a la práctica clínica es la Farmacia Hospitalaria.

Según la doctora Alicia Herrero, Jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria de La Paz, “la jornada, por la calidad y experiencia de sus ponentes, pretende abarcar todos los ámbitos relacionados con los medicamentos considerados como terapias avanzadas”. Se abordan temas que van desde la investigación, a nivel experimental y clínico, hasta los aspectos regulatorios legales necesarios para que se lleve a cabo esta investigación y su posterior autorización de comercialización, sin olvidar las cuestiones éticas que puede plantear su manipulación al contener células o tejidos humanos. Asimismo, se revisan los ámbitos de actuación del farmacéutico de hospital.

Grandes expectativas

En este campo, España no ha perdido el tren y diversos grupos de investigadores, tanto a nivel experimental como clínico, trabajan a diario en los hospitales, universidades y centros de investigación para que estos tratamientos se conviertan en una realidad curativa para los pacientes.

La terapia celular con células madre derivadas de la grasa es ya una realidad y numerosos pacientes se han beneficiado de ella. La Paz lidera una línea de ensayos clínicos en la que participan más de 40 hospitales en 9 países europeos, seis de ellos de la Comunidad de Madrid (La Paz, 12 de Octubre, Gregorio Marañón, Puerta de Hierro, La Princesa, Clínico San Carlos y Ramón y Cajal) para tratar a pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o enfermedad de Crohn, que sufren los efectos de las fístulas y afectan gravemente a su calidad de vida causándoles limitaciones en el ámbito laboral, personal y afectivo.

Coordinado por el doctor Damián García Olmo, responsable de la Unidad de Terapia Celular del hospital y director del grupo de Terapia Celular y Genometástasis de IdiPAZ, es un tratamiento multidisciplinar en el que además del personal investigador intervienen gastroenterólogos, cirujanos digestivos y cirujanos plásticos. El medicamento se administra en quirófano con un procedimiento rápido de unos 15 minutos que no requiere anestesia general y no implica cirugía invasiva.

Nuevos diseños experimentales

A su juicio, en estos momentos “prácticamente todos los grupos se encuentran inmersos en el desarrollo de ensayos clínicos en fase II e, incluso, algunos grupos vamos finalizando los primeros ensayos en fase III, de los que obtenemos enseñanzas para nuevos diseños experimentales que afiancen el conocimiento”.

Cada vez son más los hospitales y centros de investigación que trabajan en este campo, que generalmente comienza con un ensayo clínico. Por ello, es crucial el cumplimiento de los requisitos necesarios para el desarrollo de ensayos clínicos, los cuales precisan de la atención del ámbito farmacéutico.

El profesor Damián García Olmo recalca que el desarrollo de estos medicamentos vivos debe ajustarse a las normas y al rigor del proceso de los ensayos clínicos, ya que “estos fármacos ofrecen muchas ventajas y tienen muchas peculiaridades, pero para avanzar en el conocimiento minimizando los riesgos de nuestros pacientes es preciso que sigamos estrictamente las reglas del ensayo clínico”.

En su opinión, “España desde el principio ha establecido unos cauces de desarrollo para estos medicamentos muy adecuados”, aunque “tenemos que profundizar sobre la naturaleza de estos medicamentos vivos y entender que en su uso clínico no pueden ser exactamente equiparados con otro tipo de fármacos convencionales.

Más datos sobre las conferencias

Como resalta la Dra. Alicia Herrero, Jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario La Paz (Madrid), “la jornada, por la calidad y experiencia de sus ponentes, pretende abarcar todos los ámbitos relacionados con los medicamentos considerados como terapias avanzadas”. Se abordan temas que van desde la investigación (tanto a nivel experimental como clínico) hasta los aspectos regulatorios legales necesarios para que se lleve a cabo esta investigación y su posterior autorización de comercialización, sin olvidar las cuestiones éticas que puede plantear su manipulación al contener células o tejidos humanos. Asimismo, se revisan los ámbitos de actuación del farmacéutico de hospital.

Sobre el impacto científico, médico y ético de las investigaciones con células madre centra su conferencia el profesor César Nombela, de la Cátedra Extraordinaria de Genómica y Proteómica de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid, quien señala seis características operativas de las células madre de origen embrionario que las hacen especialmente prometedoras en la investigación clínica: “la notable plasticidad de su desarrollo (pluripotencialidad), la capacidad intensa para proliferar in vitro, la clonalidad y cariotipo estable en condiciones de laboratorio, la diferenciación a tipos celulares distintos mediante una estimulación adecuada, la susceptibilidad de modificación genética y su capacidad tumorogénica al ser trasplantadas (formación de teratomas)”.

Entre las multipotencialidades de las células madre adultas, el profesor Nombela resalta “su capacidad regeneradora de numerosos órganos y tejidos, además de su presencia en determinados tejidos diana, como la piel, el intestino, el músculo esquelético o el tejido adiposo”. Igualmente, se ha descubierto recientemente que el sistema hematopoyético es la reserva fundamental de células madre adultas, siendo especialmente sugerente también la presencia de células troncales en el sistema nervioso central. Recientemente se han aprobado dos ensayos clínicos (fase I) con células madre derivadas de embriones humanos: “para el tratamiento de lesiones medulares graves recientes y para el tratamiento de la degeneración macular senil”, resalta César Nombela.

Estos progresos permiten concluir que “las terapias avanzadas son ya una realidad en nuestro medio”, como asegura Jaime del Barrio, director general del Instituto Roche, para quien no cabe duda que los progresos en este ámbito “están facilitando y agilizando el desarrollo y aplicación de tratamientos que cubren importantes déficits de la farmacoterapia actual”.

En este campo, nuestro país no ha perdido el tren. Como afirma la Dra. Alicia Herrero, “diversos grupos de investigadores, tanto a nivel experimental como clínico, trabajan a diario en los hospitales, universidades y centros de investigación españoles para que estos tratamientos se conviertan en una realidad curativa para los pacientes”. En esta misma línea, el profesor Damián García Olmo, Director de la Unidad de Terapia Celular del Hospital La Paz-IdiPAZ, indica que “en estos momentos prácticamente todos los grupos se encuentran inmersos en el desarrollo de ensayos clínicos en fase II e, incluso, algunos grupos vamos finalizando los primeros ensayos en fase III, de los que obtenemos enseñanzas para nuevos diseños experimentales que afiancen el conocimiento”.

Los progresos que se vienen registrando permiten anticipar que el número de estos productos y tratamientos se puede incrementar en pocos años. De hecho, subraya la Jefe de Servicio de Farmacia Hospitalaria del Hospital Universitario La Paz, “ya hay empresas dedicadas exclusivamente al desarrollo, producción y comercialización de medicamentos celulares”.

Papel de la Farmacia Hospitalaria

Desde la introducción de la regulación europea 1394/2007, en diciembre de 2008, estos productos deben ser considerados medicamentos. En esta situación, como indica la Dra. Alicia Herrero, “la Farmacia Hospitalaria no puede permanecer al margen de las funciones que le son otorgadas legalmente y, por lo tanto, debe conocer las garantías de eficacia, seguridad y calidad de los productos que se utilicen para tratamientos regenerativos, que deben cumplir requerimientos GMP (Good Manufacturing Practices) respecto al control de calidad, proceso de validación, técnicas asépticas y estabilidad”.

Cada vez son más los hospitales y centros de investigación que trabajan en este campo, que generalmente comienza con un ensayo clínico. Por ello, es crucial el cumplimiento de los requisitos necesarios para el desarrollo de ensayos clínicos, los cuales precisan de la atención del ámbito farmacéutico. El profesor Damián García Olmo recalca que el desarrollo de estos medicamentos vivos debe ajustarse a las normas y al rigor del proceso de los ensayos clínicos, ya que “estos fármacos ofrecen muchas ventajas y tienen muchas peculiaridades, pero para avanzar en el conocimiento minimizando los riesgos de nuestros pacientes es preciso que sigamos estrictamente las reglas del ensayo clínico”.

La experiencia holandesa

Una posibilidad que se abre pasa por copiar o imitar modelos que están desarrollándose con éxito en otros países, como Holanda. En este sentido, el profesor Arnold G. Vulto, del Erasmus University Medical Center de Rotterdam (Holanda), que participa en este encuentro científico, asegura que “las terapias avanzadas son ya una innovación real en la Farmacia Hospitalaria, que está introduciendo un cambio completo en el paradigma de atención médica”; además, aconseja que para llevar a buen fin este nuevo abordaje “se requiere una mayor dedicación del staff hospitalario, más recursos y nueva formación, así como una mejor definición de la colaboración multidisciplinar entre distintos especialistas”.

Y es que, aunque estos productos celulares innovadores son considerados medicamentos, su desarrollo y producción va más allá del tradicional campo farmacéutico, abordando áreas que requieren una gran especialización como la Biología Celular, la Genética, la Medicina Transfusional, la Inmunología o la Hematología. “Eso precisa una importante renovación y aceleración del proceso de formación de los especialistas de Farmacia Hospitalaria”, indica el Profesor Arnold G. Vulto.

Tal y como aclara este experto, “los farmacéuticos de hospital nos encontramos con varios retos que afrontar en este campo”. Por un lado, según su opinión, “debemos mejorar nuestro conocimiento sobre el origen de esta nueva clase terapéutica para poder establecer los criterios de eficacia, seguridad y calidad, tal como aplicamos al resto de medicamentos que manejamos”. Asimismo, advierte, “debemos conocer su marco legal y los aspectos regulatorios que los ampara, tanto para la autorización de comercialización como para llevar a cabo investigación y ensayos clínicos”.

Con la finalidad de introducir un único marco regulador para la armonización de la evaluación, autorización y supervisión de estos medicamentos, la EMA creó a nivel europeo en el año 2009 el Comité de Terapias Avanzadas (CAT).

Una esperanza en la anemia de Fanconi

La terapia con células madre hematopoyéticas (CMHs) modificadas genéticamente ha demostrado su eficacia en pacientes con diferentes enfermedades monogénicas (especialmente las inmunodeficiencias severas combinadas que se asocian a determinadas mutaciones). Para el Dr. Juan Bueren, Director del Programa de Terapia Génica de Células Hematopoyéticas del CIEMAT (Madrid), no cabe duda que “los efectos terapéuticos sobre enfermedades monogénicas están quedando de manifiesto no solo en inmunodeficiencias primarias, sino también en otras patologías”; a su vez, añade, “los riesgos de la terapia génica también van disminuyendo con el desarrollo de los nuevos vectores”.

A diferencia de los primeros protocolos de terapia génica de inmunodeficiencias primarias, que utilizaban vectores gamaretrovirales, la mayor parte de los protocolos actuales utilizan vectores lentivirales, de menor riesgo para generar fenómenos de oncogénesis insercional.

En el CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas), se ha desarrollado un nuevo vector lentiviral que ha sido recientemente calificado por la Agencia Europea del Medicamento como medicamento huérfano para el tratamiento de la anemia de Fanconi, una grave enfermedad que cursa con fallo de médula ósea en pacientes pediátricos. Como adelanta el Dr. Juan Bueren, “estamos en fase de desarrollo de la documentación para la puesta en marcha de un ensayo clínico para la terapia génica de pacientes con anemia de Fanconi”. Como novedad, el vector desarrollado pertenece a la familia de los lentivirus, de mayor seguridad y eficacia respecto a los vectores usados en los primeros protocolos de terapia génica.

Fuente: noticiasmedicas.es
 
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