Expertos de la Clínica Universidad de Navarra insistieron ayer en la importancia de la detección precoz del cáncer de mama y de individualizar el tratamiento para obtener los mejores resultados.
Los especialistas Fernando Martínez, director del área de Patología Mamaria; Marta Santisteban, oncóloga, y Bernardo Hontanilla, director de Cirugía Plástica y Reparadora hablaron sobre la curación de este enfermedad en el transcurso del Aula de Salud de Diario de Navarra, una iniciativa que organiza en colaboración con el CIMA de la Universidad de Navarra.
Según expuso Martínez, la supervivencia ha crecido en los últimos años para pasar de un 76% de los casos a principios de la década de los 90 al 90% actual. El experto resaltó que parte de ese éxito se debe al enfoque multidisciplinar del cáncer. "Es una labor de equipo en la que cada especialista hace su trabajo de la forma más perfecta posible", dijo.
No obstante, insistió en que el diagnóstico precoz es "clave" en la curación. Según el experto, la revisión médica con mamografía a partir de los 40 años reduce la mortalidad por cáncer de mama a lo que sumó que "toda lesión" radiológicamente sospechosa debe ser examinada con una biopsia.
Martínez destacó avances como la técnica del ganglio centinela, que consiste en analizar uno de los ganglios de la axila donde primero "escapa" el tumor para determinar si se vacía la axila o no. "Esta técnica consigue evitar tres cuartas partes de los vaciamientos ganglionares", dijo.
También puso de manifiesto la importancia de individualizar el tratamiento. Por un lado, apuntó, no es igual un tumor precoz que otro avanzado. Y, por otro, los tumores de mama son diferentes entre sí. "Necesitan tratamientos distintos de acuerdo con el perfil genético tumoral", dijo.
Células madre
La doctora Marta Santisteban apuntó que el 75% de las pacientes diagnosticadas de este tumor se encuentran en estadío uno o dos, cuando el tumor ronda los dos centímetros. En el primer caso, la supervivencia es del 90% mientras que en el segundo ronda el 70%.
La oncóloga apuntó que una de las ventajas de este tipo de tumor es el amplio arsenal terapéutico para combatirlo, además de la cirugía y la radioterapia. "Sólo en quimioterapia hay más de 30 drogas distintas", dijo. A esta terapia sumó los tratamiento hormonales, que se pueden aplicarse en dos tercios de los casos, y que persiguen, básicamente, bloquear la producción de estrógenos.
La otra cara de la moneda es que se siguen produciendo recaídas. Sobre este aspecto explicó que desde 2003 se sabe que no todas las células que forman el cáncer de mama son iguales. "Una pequeña parte son células más agresivas que el resto, se dividen más rápido y son más resistentes a los tratamientos estándar. Además, su vida media es más larga y es más fácil que adquieran mutaciones que las hagan más resistentes". Se trata de células madre que son "más listas", dijo, y el sistema inmune es incapaz de reconocerlas y atacarlas.
Según la especialista, estas células madre pueden quedar silentes después del tratamiento y resurgir para formar otro tumor al cabo de un tiempo. El estrés, un mayor cansancio o situaciones de inmunosupresión pueden estar detrás del resurgimiento. De ahí que se investigue para hallar fármacos que vayan dirigidos específicamente contra estas células y que se busquen marcadores biológicos concretos para poder aplicar el tratamiento adecuado en cada caso. Con todo, añadió que "hay una luz. Se trabaja mucho en nuevos fármacos, nuevas dianas y en la potenciación del sistema inmune para ayudar a mejorar la supervivencia".
Por último, el cirujano plástico Bernardo Hontanilla resaltó que su trabajo no es curar la enfermedad sino mejorar la calidad de vida de las pacientes. En esta línea explicó que la reconstrucción inmediata de la mama después de la intervención quirúrgica es "lo ideal" ya que se evita el impacto psicológico de que la paciente se vea sin pecho. El cirujano explicó que, en la medida de lo posible, se intenta reconstruir con tejido de la propia paciente, sobre todo con parte del músculo y piel de la espalda.
Fuente: diariodenavarra.es