Los investigadores han descubierto que la bacteria de la tuberculosis podría apoyarse en las células madre para establecer infecciones duraderas en las personas. La bacteria escapa al sistema inmune al esconderse dentro de compartimentos llamados granulomas en los tejidos pulmonares infectados.
Aunque los individuos con sistemas inmunes sanos pueden desarrollar respuestas defensivas, las bacterias proliferan dentro de los granulomas y establecen infecciones persistentes que pueden llegar a ser letales.
Los científicos, dirigidos por Gobardhan Das, examinaron el mecanismo de evasión inmune que permite a las bacterias persistir en ratones y hombres. Los autores descubrieron que las bacterias reclutan células madre mesenquimales, que suelen encontrarse en la médula ósea, para que se trasladen a los lugares de la infección en el bazo y los pulmones de los ratones infectados. Una falange periférica de células madre fortifica los granulomas, protegiendo a la bacteria del ataque de las células inmunes.
Moléculas inmunosupresoras
Las células madre producen una variedad de moléculas inmunosupresoras, incluyendo el ácido nítrico, que no sólo evita a las células inmunes de los alrededores sino que también ayuda a mantener la multiplicación de las bacterias.
Los descubrimientos sugieren que la bacteria de la tuberculosis podría establecer infecciones persistentes al contener las células del sistema inmune y el número de bacterias bajo dentro de los granulomas. Por tanto, los autores sugieren que las células madre mesenquimales podrían servir como una posible diana terapéutica para la tuberculosis.
Fuente: cadenaser.com